domingo, 28 de diciembre de 2014

¡¡¡Hacer FELIZ a alguien!!!




SÍ, esa marca que todos conocemos, esa marca que hace muchos anuncios, y que en muchos de ellos habla de Felicidad (incluso tiene un Instituto de la Felicidad), nos ha invitado esta Navidad a hacer FELIZ a alguien.

Me he permitido "copiar" su anuncio, eso sí en español :-) y quiero proponeros lo mismo: hagamos FELIZ a alguien, pero hagámoslo ya, antes de que acabe este 2014.


Hoy tus ojos van a ser testigos de lo fácil que es contagiar felicidad, 
sin mirar a quien, sin preguntar por qué, como Santa, salir, 
regalar sin esperar algo a cambio
un beso, un abrazo, algo inesperado, 
que no importa ni dónde ni cuándo.
Lo único importante será:
Hacer feliz a alguien sin pensar en que lo haces, grítalo fuerte.
Hacer feliz a alguien sin pensar porque lo haces.





¿A qué sí? ¿A qué todos podemos hacer FELIZ a alguien en estos días? Un pequeño gesto, una dulce sonrisa, una mirada llena de amor, creará un delicioso momento de felicidad en esa persona y, como no puede ser de otra manera, en nosotros mismos.

No seamos perezosos,  ¡¡¡vamos a hacer FELIZ a alguien!!!


miércoles, 24 de diciembre de 2014

¡¡¡Buen viaje !!! Mr. Cocker


"With a little help from my friends"





"You can leave your hat on" 



¡¡¡ Buen viaje Mr. Cocker!! allá donde quiera que estés, seguirás siendo genial, pero siempre estarás presente en nuestros mejores momentos. Te echaremos de menos.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Mi Celia!!!!





Hoy ha sido un día de esos que podríamos llamar complicados, en el que creo no he dejado de correr ni un solo segundo, y además se ha hecho muy largoooooooooooooo, tan largo que acabo de leer el último e-mail que estaba en negrita en mi bandeja de entrada.

Después de leerlo varias veces, no he podido evitar alguna que otra lagrima de emoción, al mismo tiempo que me ha acompañado una dulce sonrisa.

Muchas Gracias Mi Nuria !!! por convertir un día complicadillo, o como yo diría fatalito en un día PRECIOSO. 

Este es el texto que Nuria me ha hecho llegar en un e-mail, cuyo asunto era el mismo de esta entrada. (me he permitido omitir algunas frases que son muy personales). 

Como dice Nuria el mundo no ayuda, y yo añado: el mundo esta muy loco.

Ahora sí, el día llega a su fin, solo queda esa pequeña rutina que desde hace años, repito cada noche, uno de mis deliciosos momentos,  fumar un cigarrito en la ventana, escuchando el silencio de la noche y deseando que mañana sea un precioso día.

Las pequeñeces son lo eterno, y lo demás, todo lo demás, lo breve, lo muy breve. 
 (Antonio Porchia)


“Mire sí, le cuento... Soy un ser humano, o sea de de carne y hueso, mujer para más INRI; además soy madre de dos hijas, que como humanas que son, ¡van, y me preocupan!... Además y como premio por cumplir bien con mi trabajo me he ganado un puesto de responsabilidad. Que no digo yo que no esté bien por un lado, pero que por otro me agota el alma.  Como no dispongo de poderes especiales para evitar las situaciones que afectan a este planeta, me he visto inmersa en esta puta crisis como todos los demás, y debo pelearme cada día con una pared de injusticias, exactamente igual que todos los demás. Para rematar el asunto está lo de la regla, que no para nunca, oiga, que parece que fue ayer y ha pasado ya un mes... Además, tengo que pintarme el ojo cada mañana,  depilarme e ir a la peluquería, pero no crea que disfruto con ello, ¡qué va!, es imposible relajarse un minuto porque tengo XXXXX millones de mensajes en la bandeja de entrada sin contestar y... ¡no soporto la letra negrita!. ¡Sí!, lo confieso. A esta multitud de locuras mías, se añade que soy extremadamente exigente conmigo misma y adicta a la letra “Arial 12 NORMAAAAL”, ¡no en negritaaaaaaaaaaaaaa!. El montón de revistas que me ofrece amablemente la chiquita de la peluquería, no consiguen relajarme porque me recuerdan demasiado a todas las citas que tengo comprometidas con comerciales que he tendido que “reagendar” doscientas veces,  y ¡esta peluquería se parece a la recepción de mi lugar de trabajo!.  Y no sé si usted habrá intentado tratar de responder mails en la Blackberry con la cabeza echada hacia atrás mientras le lavan la cabeza ¡y le entra agua en un ojo! Que no es serio, oiga, no es serio. Y si ya, cuando consigo contestar al director financiero, con una semana de retraso, y empiezo en sentirme menos culpable, un nuevo correo electrónico se acomoda en la bandejita de entrada de los cojones, ¡una pierde los papeles!. ¿Pero esto qué es? ¿Un bucle infernal? Yo no sé qué pensará usted, puede que yo sea demasiado sensible, pero no me diga que no tengo motivos de sobra para que, aunque sólo sea un poquito, me pueda a veces la ansiedad.  Y además, ¿qué hago yo justificándome? Yo grito por la ventana lo que me da la ganaaaaaaaaaaaaa!!!!


Pues eso, Celia.
Que es otoño, hace frío, con esto de la crisis cada vez se hace más complicado conseguir el más mínimo esfuerzo por cambiar las cosas, especialmente por parte de unos pocos... Muchas veces te toca estar en medio, y no es fácil contentar a unos y a otros. El ritmo de trabajo es una absoluta pérdida de olla. Y todo está pensado para que vuelvas a casa y te encierres en otro habitáculo, lo mismo me da los metros cuadrados que tenga, en el que te esperan nuevos problemas que solucionar. La cabeza no tiene tiempo de parar. Y no dejamos que el subconsciente nos aleje de esta locura; lo hemos corrompido también a él.

Parece que ya no hay tiempo para nada. No hay tiempo para acudir a una amiga a que te dé un abrazo sin más cuando lo necesitas. Ya nadie mira hacia arriba o hacia abajo el mundo. Ya nadie se sonríe. Y muy pocos son capaces de percatarse del detalle más nimio, pero más hermoso que nos puede estar rozando, porque nos están haciendo inmunes a la felicidad...


No eres tú, Celia. Tú no eres la que no funciona. Es que el mundo no ayuda.

domingo, 19 de octubre de 2014

" Voy a ser impecable con mis palabras"- Acuerdos (I)

He decidido compartir aquí una serie de acuerdos que me he comprometido a cumplir. Ya sabéis que cuando uno se compromete a hacer algo (una dieta, dejar de fumar, ir al gimnasio, etc.), una de las mejores maneras es contarlo, compartirlo con los amigos, porque de esta forma te ves mas comprometido con ellos a no fallarles. ¿Curioso verdad? Aunque lo que creo que ocurre es que a través de ellos intentas no fallarte a ti mismo. Un poco egoísta, pero los amigos están para eso, para saber estar a tu lado en todos los momentos, los buenos, los menos buenos, los malos, incluso para dejarse utilizar. Por eso son tus amigos.

Hoy voy con el primero de ellos, que es el título de esta entrada: "Ser impecable con mis palabras". Entiendo que os puede sonar un poco raro, así voy a explicar de que se trata.

Mediante las palabras expresamos todo: nuestras intenciones, nuestros sueños, lo que sentimos y lo que realmente somos. Es la herramienta mas poderosa que poseemos, pero tienen su lado bueno y su lado malo. Pueden estar llenas de magia y crear cosas bellas y maravillosas. Pero su uso incorrecto puede destruir todo lo que te rodea y crear un infierno en vida. Hace años en Alemania, mediante el uso de las palabras, un hombre manipuló a un país entero de gente inteligente. Con sus palabras ese hombre implantó una serie de creencias basadas en el miedo que llevó al mundo a una Guerra Mundial, convenciéndoles para que cometieran atrocidades inimaginables.

Al final las palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y cambian por entero, para bien y para mal, nuestras creencias. Alejándonos un poco del ejemplo anterior, pensad cómo alguien ha llegado a cambiar vuestra vida con sus palabras para bien, diciéndote eres el amor de mi vida, eres lo que mas quiero y ha llenado tu vida de magia y de ilusión.

Por otro lado esta el adjetivo impecable (que significa sin pecado). Proviene del latín pecatus  y el prefijo im, que significa sin. Pero, ¿qué significa pecar? Bueno, las religiones tienen sus propias definiciones, así que acudamos al sentido común. Pecar es cualquier cosa que haces y que va contra ti. Todo lo que pienses, sientas o digas que vaya contra ti es un pecado. Vas contra ti cuando te juzgas y te culpas de cualquier cosa. No pecar es hacer exactamente lo contrario. Ser impecable es no ir contra ti mismo. Cuando eres impecable asumes la responsabilidad de tus actos, pero sin culparte y juzgarte. Como os decía, puro sentido común.

Ya, imagino que a estas alturas estaréis pensando que se me ha ido un poco la cabeza, ¿verdad? Os pongo un ejemplo para entenderlo mejor.

Si me siento contigo y te digo que eres tonto, puedes pensar que utilizo esa palabra contra ti, pero la realidad es que la utilizo contra mi, porque tu me odiarás por haberte llamado tonto y tu odio no sera bueno para mi

Por el contrario,si me quiero a mi misma, expresaré ese amor en mis relaciones contigo, y seré impecable con mis palabras, y como sabéis las acciones casi (he puesto el casi, para que no te enfades, ya sé que no todos reaccionamos igual) siempre provocan reacciones semejantes. Si te quiero, tu me querrás, si te insulto, tu me insultarás, si siento gratitud por ti, tú la sentirás por mi y así un infinito....

Pensadlo un poco y veréis como, sin darnos cuenta, con el mal uso de las palabras podemos destruir gente buena, hacer daño a los niños, y causar un dolor difícil de reparar. Y además del gran daño que hemos causado, este sí o sí se vuelve contra nosotros.

Llevo ya varias semanas intentando cumplir este acuerdo, y aunque parece fácil de cumplir, no lo es. Pero lo que he descubierto es que hay una serie de cambios que se van produciendo en mi forma de tratarme a mi misma, en la forma de tratar a los demás, especialmente a los que quiero. A la vez estoy alcanzando cierta inmunidad sobre aquellas personas que me lanzan "su veneno". Mi mente se está volviendo estéril hacía sus palabras, sus creencias, incluso hacía esas personas en sí mismas.

Por eso todos los días cuando me levanto lo primero que que me digo es "Hoy voy a ser impecable con mis palabras". Ya sabéis que la repetición tiene también sus efectos mágicos.

sábado, 9 de agosto de 2014

Ítaca. Una Metafora de la Vida

 
Ten siempre a Ítaca presente.
 
 
 
 
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias

a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
C. P. Cavafis. Antología poética.
Alianza Editorial, Madrid 1999.

Edición y traducción, Pedro Bádenas de la Peña

sábado, 26 de julio de 2014

Change of Time



Ella:Le he perdido, se ha ido.
El:No.
Ella:Todo este tiempo nunca le has perdido de vista, ¿verdad? tu gente le está siguiendo ahora.
El:Asi es...
Ella: ¿Cómo acabrá todo esto?.
El:Esto es un final. Y luego algo nuevo comenzara. Te mereces lo mejor en la vida, sé que suena extraño ya que ese hombre te ha traicionado, pero precisamente por eso, el se esforzo tanto en convencerte siendo amable, considerado, haciéndote reír, haciéndote que le quisieras, porque eso es lo que mereces y creeme sé que lo tendrás.


(*) Dialogo de capítulo 19  Temporada 1 de la serie "Blacklist", os dejo además la canción que suena de fondo mientras el padre habla con su hija.



Estas palabras, son de un padre a una hija, y están cargadas de amor, de un amor incondicional, de un amor de verdad, porque todos deseamos como padres que a nuestras hijas las amen de esta manera.

Espero que mis dos hijas se sientan queridas así por alguien, creo que sentir que te quieren así es como tocar el cielo con los dedos, y sentirse la "chica más especial" del mundo.


lunes, 21 de abril de 2014

Habla del Silencio

A los que me conocéis esto os va a sonar un poco extraño, ya que en esta entrada quiero recomendaros y por qué no "hacer publicidad" de un vino.

Habla del Silencio, precioso título para una película, para una novela, para una canción, podríamos decir que para cualquier cosa ¿verdad?, bueno pues en este caso es el nombre de un vino, un vino de nuestra tierra como no podía ser de otra manera, concretamente de Trujillo, Caceres.

Su nombre sugiere un millar de sensaciones y sentimientos, su sabor y aroma evoca todo aquello que su nombre inspira.

Sencillamente delicioso, no dejéis de probarlo si tenéis ocasión.

¡¡¡ Va por vosotros!!!