domingo, 19 de octubre de 2014

" Voy a ser impecable con mis palabras"- Acuerdos (I)

He decidido compartir aquí una serie de acuerdos que me he comprometido a cumplir. Ya sabéis que cuando uno se compromete a hacer algo (una dieta, dejar de fumar, ir al gimnasio, etc.), una de las mejores maneras es contarlo, compartirlo con los amigos, porque de esta forma te ves mas comprometido con ellos a no fallarles. ¿Curioso verdad? Aunque lo que creo que ocurre es que a través de ellos intentas no fallarte a ti mismo. Un poco egoísta, pero los amigos están para eso, para saber estar a tu lado en todos los momentos, los buenos, los menos buenos, los malos, incluso para dejarse utilizar. Por eso son tus amigos.

Hoy voy con el primero de ellos, que es el título de esta entrada: "Ser impecable con mis palabras". Entiendo que os puede sonar un poco raro, así voy a explicar de que se trata.

Mediante las palabras expresamos todo: nuestras intenciones, nuestros sueños, lo que sentimos y lo que realmente somos. Es la herramienta mas poderosa que poseemos, pero tienen su lado bueno y su lado malo. Pueden estar llenas de magia y crear cosas bellas y maravillosas. Pero su uso incorrecto puede destruir todo lo que te rodea y crear un infierno en vida. Hace años en Alemania, mediante el uso de las palabras, un hombre manipuló a un país entero de gente inteligente. Con sus palabras ese hombre implantó una serie de creencias basadas en el miedo que llevó al mundo a una Guerra Mundial, convenciéndoles para que cometieran atrocidades inimaginables.

Al final las palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y cambian por entero, para bien y para mal, nuestras creencias. Alejándonos un poco del ejemplo anterior, pensad cómo alguien ha llegado a cambiar vuestra vida con sus palabras para bien, diciéndote eres el amor de mi vida, eres lo que mas quiero y ha llenado tu vida de magia y de ilusión.

Por otro lado esta el adjetivo impecable (que significa sin pecado). Proviene del latín pecatus  y el prefijo im, que significa sin. Pero, ¿qué significa pecar? Bueno, las religiones tienen sus propias definiciones, así que acudamos al sentido común. Pecar es cualquier cosa que haces y que va contra ti. Todo lo que pienses, sientas o digas que vaya contra ti es un pecado. Vas contra ti cuando te juzgas y te culpas de cualquier cosa. No pecar es hacer exactamente lo contrario. Ser impecable es no ir contra ti mismo. Cuando eres impecable asumes la responsabilidad de tus actos, pero sin culparte y juzgarte. Como os decía, puro sentido común.

Ya, imagino que a estas alturas estaréis pensando que se me ha ido un poco la cabeza, ¿verdad? Os pongo un ejemplo para entenderlo mejor.

Si me siento contigo y te digo que eres tonto, puedes pensar que utilizo esa palabra contra ti, pero la realidad es que la utilizo contra mi, porque tu me odiarás por haberte llamado tonto y tu odio no sera bueno para mi

Por el contrario,si me quiero a mi misma, expresaré ese amor en mis relaciones contigo, y seré impecable con mis palabras, y como sabéis las acciones casi (he puesto el casi, para que no te enfades, ya sé que no todos reaccionamos igual) siempre provocan reacciones semejantes. Si te quiero, tu me querrás, si te insulto, tu me insultarás, si siento gratitud por ti, tú la sentirás por mi y así un infinito....

Pensadlo un poco y veréis como, sin darnos cuenta, con el mal uso de las palabras podemos destruir gente buena, hacer daño a los niños, y causar un dolor difícil de reparar. Y además del gran daño que hemos causado, este sí o sí se vuelve contra nosotros.

Llevo ya varias semanas intentando cumplir este acuerdo, y aunque parece fácil de cumplir, no lo es. Pero lo que he descubierto es que hay una serie de cambios que se van produciendo en mi forma de tratarme a mi misma, en la forma de tratar a los demás, especialmente a los que quiero. A la vez estoy alcanzando cierta inmunidad sobre aquellas personas que me lanzan "su veneno". Mi mente se está volviendo estéril hacía sus palabras, sus creencias, incluso hacía esas personas en sí mismas.

Por eso todos los días cuando me levanto lo primero que que me digo es "Hoy voy a ser impecable con mis palabras". Ya sabéis que la repetición tiene también sus efectos mágicos.

sábado, 9 de agosto de 2014

Ítaca. Una Metafora de la Vida

 
Ten siempre a Ítaca presente.
 
 
 
 
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias

a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
C. P. Cavafis. Antología poética.
Alianza Editorial, Madrid 1999.

Edición y traducción, Pedro Bádenas de la Peña

sábado, 26 de julio de 2014

Change of Time



Ella:Le he perdido, se ha ido.
El:No.
Ella:Todo este tiempo nunca le has perdido de vista, ¿verdad? tu gente le está siguiendo ahora.
El:Asi es...
Ella: ¿Cómo acabrá todo esto?.
El:Esto es un final. Y luego algo nuevo comenzara. Te mereces lo mejor en la vida, sé que suena extraño ya que ese hombre te ha traicionado, pero precisamente por eso, el se esforzo tanto en convencerte siendo amable, considerado, haciéndote reír, haciéndote que le quisieras, porque eso es lo que mereces y creeme sé que lo tendrás.


(*) Dialogo de capítulo 19  Temporada 1 de la serie "Blacklist", os dejo además la canción que suena de fondo mientras el padre habla con su hija.



Estas palabras, son de un padre a una hija, y están cargadas de amor, de un amor incondicional, de un amor de verdad, porque todos deseamos como padres que a nuestras hijas las amen de esta manera.

Espero que mis dos hijas se sientan queridas así por alguien, creo que sentir que te quieren así es como tocar el cielo con los dedos, y sentirse la "chica más especial" del mundo.


lunes, 21 de abril de 2014

Habla del Silencio

A los que me conocéis esto os va a sonar un poco extraño, ya que en esta entrada quiero recomendaros y por qué no "hacer publicidad" de un vino.

Habla del Silencio, precioso título para una película, para una novela, para una canción, podríamos decir que para cualquier cosa ¿verdad?, bueno pues en este caso es el nombre de un vino, un vino de nuestra tierra como no podía ser de otra manera, concretamente de Trujillo, Caceres.

Su nombre sugiere un millar de sensaciones y sentimientos, su sabor y aroma evoca todo aquello que su nombre inspira.

Sencillamente delicioso, no dejéis de probarlo si tenéis ocasión.

¡¡¡ Va por vosotros!!!

domingo, 23 de marzo de 2014

Me apunto a los tópicos.

Y me apunto, sin dudarlo.

Será porque soy mujer, será por mi lado del cerebro mas emocional, será porque mis emociones son siempre un enigma difícil de desentrañar, será por lo de la inteligencia emocional, será por las conexiones de mi cerebro entre mi hemisferio derecho y mi hemisferio izquierdo, por el pensamiento analítico e intuitivo, porque soy capaz de hacer dos cosas a la vez, porque escucho cuando me hablan, porque no aparco bien, eso si consigo llegar a mi destino después de no saber leer los mapas

Pues será por todo eso y seguro que alguna cosa más, que después de ver este anuncio, sin duda quiero seguir siendo así y confirmar todos y cada uno de los tópicos y estereotipos antes mencionados.



Espero que el anuncio os guste tanto como me ha gustado a mi, porque hay sonrisas y miradas que lo dicen todo. A ¿qué si?

sábado, 1 de marzo de 2014

Que ser cobarde no valga la pena

Esta frase de una canción de Sabina, es la que hoy da título a la entrada. 

Una entrada que escribo como una de esas cositas raras que yo hago. Esta entrada espero que sea el inicio de una nueva etapa, llevo varios meses siendo un poco cobarde, no me estoy enfrentando a mis problemas, y hacerlo de manera honesta conmigo misma primero, y con los demás después, puede hacer que salga de este momento un poco complicadillo por el que estoy atravesando, puede ser que me ayude a mirar hacía delante de una manera distinta y reencontrarme con la persona que siempre fui.

Efectivamente ser cobarde no vale pena, hay que ser valientes, eso SIEMPRE vale la pena. Cuando echo la mirada atrás veo que las personas que en algún momento lo fueron, les fue muy bien, se atrevieron a hacer cosas que les reportaron cosas buenas para ellos y para los demás, cosas que le dieron sentido a su vida y la llenaron de ilusiones y de cosas por las que luchar.

Las personas no podemos dejar de ser nosotros mismos y movernos por los principios que tenemos cada uno. Debemos ser íntegros y defender nuestros principios a pesar de lo que pueda suponer a los demás. Eso hace que ser uno mismo suponga renunciar a cosas, apostar por cosas y romper con lo establecido, que hay veces que tienes que decir que no, o que si, que no siempre tus opiniones tienen que gustar a todos los que te rodean, que no siempre has de dar todo lo que los demás esperan de ti, que la vida se afronta una vez y no la elijes.

Cuando no actuamos así, cuando no nos movemos así, todo nuestro ser se tambalea.

Al fin y al cabo, que ser valiente no salga tan caro, y que ser cobarde no valga la pena. ¿Verdad?

Que nosotros mismos a veces nos convertimos en nuestros peores enemigos, que no hay mas sordo que el que no quiere oír, y que no hay mas ciego que el que no quiere ver.


En definitiva, que GANE EL QUIERO la guerra del PUEDO.