Muchas veces en nuestra vida se han truncado nuestras ilusiones, nuestros sueños, bien porque no era el momento, porque de alguna manera nos vimos obligados a renunciar a ellos, o alguien renunció por nosotros. Pero debemos intentar retomarlos, para evitar que cuando queramos hacerlo ya sea tarde.
Estoy segura de que todos hemos dejado muchos sueños escondidos por las circunstancias de la vida, ¿verdad?. Pues hay que retomarlos y convertirlos en realidad. No vale pensar que es imposible, no vale dejar que alguien te lo impida, la mayoría de las veces, somos nosotros mismos quienes nos lo impedimos a veces de manera consciente, a veces de manera inconsciente, pero dejadme que os diga que siempre hay una solución para las piedras en el camino, para saltar los obstáculos, no vale rendirse, tenemos que luchar por nuestros sueños, por nuestras ilusiones, por el amor.....
Las grandes "peleas" son aquellas que se emprenden en busca de nuestros sueños. Cuando somos jóvenes tenemos mucha fuerza y valentía para hacerlo, pero en ese momento la inexperiencia no es nuestro mejor aliado. Según avanzamos en nuestra vida y tras mucho esfuerzo hemos aprendido a hacerlo, pero ¿qué ocurre ahora? que ya no tenemos la misma fuerza y valentía para hacerlo, y solemos volvernos contra nosotros mismos y entonces nos convertimos en nuestro peor enemigo. Nos decimos que nuestros sueños son imposibles, dificiles de alcanzar, o sencillamente tiramos la toalla.
Enterramos nuestros sueños, porque nos da miedo iniciar "La Pelea" por ellos.
Hay varias señales que nos alertan de que hemos enterrado nuestros sueños. Una de ellas son nuestras verdades, esas que consideramos verdades absolutas, nos creemos jueces que todo lo saben y nos conformamos con pedirle muy poco a nuestro paso por este mundo. Pero, ¿sabéis una cosa? esto nos hace estar tristes, nos hace perdernos la maravillosa sensación y la gran alegría y experiencia que se siente en nuestro corazón cuando luchamos por lo que queremos, por quien amamos, cerrad los ojos un momento y recordad como os sentís cuando lucháis porque vuestro hijos sean felices, por conquistar un amor, por aprobar ese examen, por conseguir esa meta. Lo habéis sentido ¿verdad? es una de las experiencias mas maravillosas de la vida. Otra señal de esa falta de lucha es que creemos que ya somos mayores y dejamos atrás las fantasías y las ilusiones de cuando éramos mas niños, porque entendemos (en mi opinión de manera equivocada) que ya hemos alcanzado nuestra realización personal y profesional, y nos sorprende ver a alguien de nuestra edad que le pide cosas a la vida, que lucha por la ilusión, por la alegría, que se emociona con la sonrisa de un niño, que disfruta de las pequeñas cosas, que siente mariposas en el estomago, que se le llenan los ojos de lágrimas al escuchar una canción.
Pero la realidad, y en el fondo de nosotros mismos lo sabemos es que hemos renunciado a luchar por nuestros sueños, pero esos sueños enterrados nos hacen daño, nos hacen ser peores, y además tienden a impregnar toda nuestra existencia. Primero nos convertimos en personas dañinas con los que nos quieren, y después con nosotros mismos. Nos convierte en cobardes, porque dejamos de luchar y además evitamos esa "Pelea" por lo que queremos. Al final la falta de lucha nos convierte en Walkings Deads, que vemos como pasan los días, sin ilusión, sin risas, sin amor, sin felicidad....
Se puede sufrir muchísimo en esta vida, a veces recibimos muchos golpes que nos hacen perder todas nuestras ilusiones, todos nuestros sueños, pensamos que "el de arriba" se ha puesto en nuestra contra. Pero NUNCA hay que perder la esperanza, si luchamos de corazón, si sentimos de corazón, cuando estamos dispuestos a todo sin importarnos lo que digan los demás, cuando dentro de nosotros hay AMOR, alcanzamos nuestros sueños, sonreímos ante las adversidades, sentimos la grandeza de la comprensión y respetamos a los que queremos.
En definitiva, luchar por nuestros sueños, modifica nuestra propia existencia, nos hace ser mejores y sentirnos mejor con el mundo y con nosotros mismos, rebasar los límites de nuestras potencialidades, manifestar nuestras emociones, entregar nuestra vida por un ideal.
Y ahora hagamos un trato, volvemos a cerrar los ojos, por favor hacedlo, volved a recordar esos momentos que antes describía y sentirlos de nuevo otra vez y a partir de hoy solo vale luchar por lo que queremos, por ser felices, por querer a los que nos quieren, por reír, por amar... el tiempo corre y las oportunidades no vuelven. Yo prometo cumplir este trato, ¿vosotros también?
Disfrutad de la vida cada segundo, todos y cada uno de esos segundos son preciosos, y no permitáis que se os escapen de las manos.
Y sin ninguna duda, ESTA PELEA SIEMPRE MERECE LA PENA.
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